Las 222 obras de arte que David Marjaliza, el arrepentido del caso Púnica, ocultó en dos depósitos de la ciudad suiza de Ginebra -28 cuadros, 5 fotografías, 4 esculturas y 185 plumas estilográficas- y que la Guardia Civil valoró en 15,6 millones de euros, han sido finalmente trasladadas a España. De esta repatriación se ha encargado directamente la Fiscalía Anticorrupción y la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA), ligada al Ministerio de Justicia.

Las plumas y las obras de arte -entre ellas de Eduardo Chillida, Miquel Barceló, Pablo Palazuelo o Antoni Tapies- llegaron este martes a las instalaciones de SIT (empresa especializada en el traslado y depósito de obras de arte). El día de hoy se están realizando los trámites aduaneros bajo la supervisión de personal de ORGA para confirmar que las piezas han llegado en buen estado.

Para la recuperación de estos activos ha sido crucial la colaboración del propio Marjaliza, quien un año después de su detención en la operación Púnica en 2014, junto al exconsejero madrileño en el Gobierno de Esperanza Aguirre, Francisco Granados, mostró su arrepentimiento por su implicación en esta trama de corrupción y optó por ayudar en la investigación contando todo lo que sabía al respecto.

Arte para blanquear dinero

Este cabecilla de Púnica, que actuaba como socio de Granados en sus negocios irregulares, adquirió estos bienes para blanquear las ganancias ilícitas obtenidas, en su mayor parte, con el tráfico de influencias en los negocios inmobiliarios de la localidad de Valdemoro, según los informes elaborados por la Guardia Civil.

Según informa El País, para vencer las iniciales reticencias de las autoridades helvéticas a entregar todas esas obras, el constructor tuvo que comparecer por videoconferencia ante la justicia suiza. Lo hizo para confirmar que eran de su propiedad y que la sociedad a cuyo nombre las había registrado -Millenia Trading Pte Ltd, con sede en Singapur- fue creada por él para realizar una falsa operación de compraventa de arte y así blanquear 4,2 millones de euros que tenía ocultos en Suiza para poder repatriarlos a España en 2013.

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El proceso de traslado se ha prolongado varios días durante los cuales se cotejó el listado de objetos que constaba en el sumario con las obras de arte que se entregaban, que fueron cargadas para su traslado por carretera hasta Madrid. 

Para la supervisión de la entrega se trasladaron a Ginebra una fiscal de Anticorrupción y personal de ORGA. El coste de este transporte se cubrirá con el saldo de una cuenta bancaria también intervenida a Marjaliza en Suiza, donde hay bloqueados cerca de 8 millones de euros.